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Tendencias En Sostenibilidad

Tendencias en sostenibilidad: las 6 que no puedes ignorar en 2025

Las tendencias en sostenibilidad están marcando el rumbo de las organizaciones en 2025. Lo que antes era una simple ventaja competitiva, ahora es un imperativo normativo, estratégico y reputacional. Las empresas operan en un nuevo escenario donde la legislación, las exigencias de los inversores y las expectativas de las partes interesadas se alinean para exigir acción real, datos verificables y compromiso con la transparencia y las estrategias ESG.

En este contexto, la entrada en vigor de la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), la aplicación de la Directiva de Debida Diligencia (CSDDD) y las Normas Internacionales de Información Financiera están redefiniendo la gestión empresarial.

Adaptarse a tiempo es básico para sobrevivir. Hacerlo con visión estratégica permite mucho más: destacar, atraer inversión y generar confianza. Las tendencias en sostenibilidad son la guía para superar con éxito esa transición hacia un nuevo modelo económico.

Tendencias en sostenibilidad: claves que redefinen el futuro ESG

No se trata solo de cumplir, sino de integrar la sostenibilidad como eje transformador. Las organizaciones que lideran este cambio entienden el valor real que genera una gestión responsable, digitalizada y conectada con el entorno. Las siguientes son seis tendencias en sostenibilidad que no se pueden ignorar en ese escenario.

1. ESG como eje central de la estrategia

Integrar criterios ESG en la estrategia corporativa ha dejado de ser opcional para convertirse en una exigencia. Los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos o el Acuerdo de París, entre otros, sentaron las bases de una de las tendencias de sostenibilidad más destacadas. Ahora, organismos reguladores y los Estados convierten esta tendencia en una obligación medible y reportable.

Un ejemplo es la Directiva CSRD, cuya entrada en vigor implica que alrededor de 50.000 empresas de la UE o que operan en ella deban presentar informes de sostenibilidad. El marco base son los estándares de sostenibilidad (ESRS), que operan bajo un enfoque de doble materialidad que conecta desempeño financiero y no financiero. Esto ha obligado a muchas organizaciones a reestructurar sus planes estratégicos.

Este enfoque, cada vez más extendido, se alinea con los principios de implementación ESG definidos por ISO. Recomienda a las organizaciones diseñar estrategias centradas en los impactos más relevantes, anticiparse a los riesgos a largo plazo y reforzar la confianza de sus grupos de interés.

2. Partes interesadas en el centro de la gestión ESG

Las tendencias en sostenibilidad en 2025 sitúan a los grupos de interés como actores clave. Clientes, empleados, comunidades locales, ONGs e inversores participan activamente en la definición de materialidad y en la evaluación del desempeño ESG.

En este sentido, el estándar GRI lo establece de forma clara: las organizaciones deben identificar a sus grupos de interés, comprender sus expectativas y responder con transparencia. El compromiso proactivo se convierte en un mecanismo clave para el liderazgo corporativo en materia de sostenibilidad y para atraer inversiones.

3. Un escenario regulador global más estricto

La regulación ESG está avanzando hacia una mayor exigencia y una armonización global. A nivel internacional, los nuevos estándares de la Junta de Normas Internacionales de Sostenibilidad (IFRS S1 e IFRS S2) se consolidan como referentes globales. Están diseñados para ser interoperables con la CSRD de la UE y otros marcos como el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD).

En la Unión Europea, el Reglamento Ómnibus ha simplificado normativas clave como el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) y el Reglamento de Taxonomía. Reduce cargas administrativas, pero exige a cambio mayor coherencia en los datos.

Este marco normativo cada vez más estricto empuja a otra de las tendencias en sostenibilidad, obligando a las empresas a revisar sus sistemas internos para adaptarse a un entorno de auditorías constantes. El cumplimiento es clave para evitar repercusiones legales, cumplir con las expectativas de las partes interesadas y alcanzar los objetivos climáticos.

4. Trazabilidad y ética en la cadena de suministro

Las tendencias en sostenibilidad también alcanzan a la cadena de valor, impulsadas por el creciente interés por la economía circular. Con la entrada en vigor de la Directiva de Debida Diligencia (CSDDD), las grandes empresas europeas deberán identificar y mitigar impactos adversos en derechos humanos y medioambiente en toda su cadena de suministro, incluyendo proveedores indirectos. Existe, además, presión para extender estas obligaciones a las pymes.

Para abordar estos desafíos, tecnologías como big data o la inteligencia artificial permiten identificar riesgos en tiempo real, evaluar proveedores de forma objetiva y generar informes automatizados de cumplimiento. Invertir en trazabilidad no solo evita sanciones: fortalece la resiliencia y alinea la cadena de suministro con la economía circular

5. Evaluación y adaptación ante el riesgo climático

El cambio climático es el riesgo más citado en los informes globales del Foro Económico Mundial. Las organizaciones ya no pueden limitarse a reducir emisiones, deben anticiparse a fenómenos extremos y ajustar sus modelos de negocio para evitar interrupciones en sus operaciones o en la cadena de suministro.

La evaluación del riesgo físico y de transición se convierte así en otra de las tendencias en sostenibilidad. Implica mapear activos vulnerables, evaluar impactos financieros potenciales y establecer planes de adaptación. Sectores como la agricultura, la logística o la construcción ya están rediseñando infraestructuras y diversificando localizaciones. Hay que tener en cuenta que la adaptación climática es también una oportunidad para innovar, reducir costes y acceder a fondos verdes.

6. Transformación digital al servicio de la sostenibilidad

La transformación digital es una aliada estratégica de la sostenibilidad. Tecnologías como la inteligencia artificial, big data o blockchain permiten a las empresas recopilar, procesar y reportar información ESG en tiempo real, con trazabilidad y fiabilidad.

Cumplir con esa normativa cada vez más rigurosa exige herramientas más allá de las hojas de cálculo y de ahí surge otra de las tendencias en sostenibilidad. Se necesita un software ESG capaz de integrar datos financieros y no financieros, automatizar la generación de informes y gestionar riesgos climáticos. La digitalización no solo mejora el cumplimiento normativo: optimiza procesos, reduce costes y acelera la toma de decisiones sostenibles.

En este contexto de exigencia normativa, complejidad operativa y presión social, las soluciones tecnológicas se consolidan como palanca esencial para gestionar con eficacia la sostenibilidad empresarial.

Plataforma Tecnológica ESE

La Plataforma Tecnológica ESG se ha diseñado para responder a estas nuevas realidades. Se trata de una solución integral que permite automatizar la recopilación y consolidación de datos ESG desde diversas áreas, generar informes alineados con la normativa, controlar indicadores clave con paneles personalizables en tiempo real o gestionar los riesgos de sostenibilidad en toda la cadena de suministro.

Además, su arquitectura modular y escalable permite adaptarse a empresas de todos los tamaños y sectores, mientras que su diseño intuitivo simplifica su uso sin perder por ello operatividad. Descubre cómo tu organización puede dar el salto definitivo a la digitalización y responder a las tendencias en sostenibilidad de este 2025. Para ello, solo tienes que contactar con nuestros asesores.

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