
Desempeño sostenible: ¿cuáles son las obligaciones regulatorias?
El desempeño sostenible ha dejado de ser un valor añadido para convertirse en una obligación regulada y estratégica para las organizaciones. La presión normativa, unida a las demandas de los mercados y las expectativas de los grupos de interés, está transformando la forma en que las organizaciones gestionan sus políticas ESG.
El espectro regulatorio es complejo y está en constante evolución. Pese a ello, alcanzar el desempeño sostenible supone una fuente inagotable de nuevas oportunidades. Estas se concentran en la posibilidad de integrar la sostenibilidad en el corazón del negocio y fortalecer la reputación corporativa.
¿Qué se entiende por desempeño sostenible?
El desempeño sostenible abarca la capacidad de una organización para generar valor a largo plazo teniendo en cuenta los tres criterios ESG: impacto ambiental, social y de gobernanza. Esto implica medir no solo los resultados financieros, sino también el uso de recursos, el trato a las personas, la ética corporativa y la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Se trata de demostrar con datos y evidencias que la actividad empresarial se alinea con los principios de desarrollo sostenible. Pero lo realmente importante es que no se trata de una simple declaración formal, sino que esa alineación se mide, se reporta y se mejora de forma sistemática.
La normativa europea actual impulsa este enfoque y obliga a las organizaciones a integrar el desempeño sostenible en su gestión y en su comunicación con inversores, clientes y la sociedad en general.
Marcos normativos para cumplir con el desempeño sostenible
Las exigencias regulatorias de la UE vinculadas al desempeño sostenible son numerosas y se articulan sobre una serie de pilares básicos. Conocerlas y comprenderlas es fundamental para cumplir con los requisitos y evitar sanciones o pérdida de competitividad.
1. Directiva sobre Información Corporativa de Sostenibilidad (CSRD)
La Directiva CSRD tiene entre sus principales objetivos acelerar la transición hacia una economía sostenible y combatir el denominado lavado verde. Para ello, amplía la obligación de presentar informes de sostenibilidad a unas 50.000 organizaciones de la UE o que operan en ella.
Desde 2024, todas las empresas con más de 250 empleados y una facturación superior a 40 millones de euros deben presentar informes de sostenibilidad según los nuevos estándares de sostenibilidad (ESRS). A partir de 2026, las pymes cotizadas también estarán sujetas a esta obligación, aunque con un régimen proporcional.
Adaptarse a las exigencias de la Directiva CSRD implica recabar información detallada sobre el modelo de negocio, la estrategia ESG, los impactos y los riesgos de la actividad. Identificar claramente los indicadores clave de rendimiento, así como los estándares de doble materialidad, es esencial para cumplir con los requisitos de presentación de informes ESG.
La tarea puede ser ardua. Sin embargo, cumplir con la Directiva CSRD no es solo una obligación regulatoria: es la oportunidad de rediseñar el modelo de negocio y transformar la sostenibilidad en una ventaja competitiva.
2. Directiva de Diligencia Debida en Materia de Sostenibilidad Corporativa (CSDDD)
La Directiva CSDDD se adoptó en 2022 con la finalidad de promover entre las empresas comportamientos sostenibles dirigidos a la prevención y mitigación de los impactos negativos de su actividad sobre los derechos humanos y el medio ambiente. Obliga a integrar la debida diligencia en la estrategia corporativa, evaluando riesgos e impactos no solo de sus propias operaciones, sino también sobre filiales y sobre la cadena de valor.
La directiva afecta a empresas de la UE con más de 500 empleados y facturación superior a 150 millones de euros, a compañías de sectores de alto riesgo con más de 250 empleados y facturación de 40 millones de euros y a empresas no comunitarias que operan en el mercado europeo. Las pymes están afectadas por la directiva si forman parte de la cadena de suministro de esas empresas, ya que también se espera de ellas un mínimo nivel de desempeño sostenible.
3. Reglamento de Taxonomía de la UE
El Reglamento de Taxonomía de la UE establece los criterios para definir si una actividad económica puede considerarse sostenible desde el punto de vista medioambiental. Esto permite orientar los esfuerzos y las inversiones hacia actividades que se alineen con los objetivos climáticos de la UE para 2030. Sus objetivos primordiales son facilitar el acceso a financiación sostenible e impulsar la transparencia, la comparabilidad y la rendición de cuentas.
4. Mecanismo de Ajuste Fronterizo del Carbono (CBAM)
El CBAM obliga a proveedores internacionales a adoptar prácticas sostenibles para poder exportar a Europa. Desde octubre de 2023 se aplica a sectores como el aluminio, cemento, fertilizantes, hierro y acero y su objetivo es evitar la fuga de carbono, es decir, que la producción se desplace a países con regulaciones ambientales menos estrictas.
En virtud de este mecanismo, los importadores deben declarar las emisiones incorporadas a los productos. A partir de 2026, deberán adquirir certificados que compensen esas emisiones, nivelando el precio del carbono entre productos nacionales y extranjeros.
5. Estándares Europeos de Reporte de Sostenibilidad (ESRS)
Las ya mencionadas normas europeas ESRS, establecen las directrices que deben seguir las empresas para reportar su desempeño sostenible de forma homogénea, comparable y verificable.
Son doce estándares que abarcan todos los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza, desde cambio climático y biodiversidad hasta condiciones laborales y conducta empresarial. Además, definen métricas específicas y obligan a reportar información con periodicidad anual, junto con los informes financieros. La información debe basarse en datos, estar respaldada documentalmente y ser auditada por un tercero independiente.
Cómo diseñar una estrategia de desempeño sostenible
Hablar de desempeño sostenible no es solo cumplir con la norma: es comprometerse con una mejora continua basada en tres pilares básicos:
- Medición: sin indicadores claros no es posible avanzar.
- Seguimiento: los datos se deben actualizar y contextualizar.
- Acción: la estrategia debe reflejarse en políticas y acciones reales.
El punto de partida en una estrategia de desempeño sostenible es la evaluación inicial de la organización respecto a los indicadores ESG. En ese sentido, Estándares Globales para la Transparencia y Responsabilidad Corporativa (GRI) son de gran ayuda para determinar los indicadores más adecuados.
En una segunda fase es necesario establecer claramente el contexto de la organización e identificar a las partes interesadas. Es lo que permitirá, por un lado, evaluar posibles impactos y, por otro, definir unos objetivos realistas por cada criterio ESG. Tras ese análisis, quedará asignar recursos y responsabilidades para su cumplimiento.
¿Qué retos plantea el desempeño sostenible?
Aunque el marco normativo está claro, su aplicación práctica presenta desafíos reales para muchas organizaciones:
- Complejidad normativa: los requisitos son técnicos, extensos y en ocasiones su interpretación es compleja.
- Fragmentación de la información: los datos ESG suelen estar dispersos en diferentes departamentos y formatos.
- Falta de recursos: sobre todo empresas pequeñas, no disponen de medios ni de personal cualificado para gestionar la sostenibilidad corporativa.
Frente a estos retos, la digitalización se perfila como una respuesta eficaz y necesaria para avanzar hacia un desempeño sostenible integral.
Plataforma Tecnológica ESG
La tecnología, y con ella la automatización de la gestión, es un esencial para alcanzar la eficiencia. La Plataforma Tecnológica ESG es una solución diseñada para facilitar el cumplimiento normativo y mejorar el desempeño sostenible de forma integrada.
Entre otras funciones, permite el seguimiento de los indicadores ESG, generar informes alineados con los estándares de la organización y facilitar la gestión documental. Todo ello en una herramienta flexible y escalable, estructurada en una red de aplicaciones interconectadas entre sí. Descubre cómo este aliado tecnológico puede ayudar a tu empresa, solicita más información a nuestros asesores.