Evaluación de riesgos climáticos: 4 pasos para fortalecer la resiliencia empresarial
El contexto global está marcado por fenómenos meteorológicos extremos, políticas regulatorias cada vez más exigentes y mercados financieros que premian (y penalizan) según el perfil climático de las empresas. En ese escenario, la evaluación de riesgos climáticos deja de ser una buena práctica voluntaria para convertirse en un imperativo estratégico.
Ya no basta con medir las emisiones: los riesgos físicos (inundaciones, sequías, olas de calor, etc.) y de transición (normativa, cambio tecnológico o cambio en las expectativas sociales e inversoras, entre otros) pueden afectar seriamente a la continuidad operativa, la viabilidad financiera y la reputación corporativa.
Por qué realizar una evaluación de riesgos climáticos
A nivel global, y en particular en Europa, la evolución regulatoria es constante. Nuevas normas como la Directiva CSRD, el Reglamento de Taxonomía de la UE, los estándares IFRS o las directrices del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD) establecen obligaciones claras en materia de sostenibilidad.
La evaluación de riesgos climáticos debe integrarse en los sistemas de gestión de riesgos corporativos, con datos fiables, escenarios realistas, una gobernanza sólida y transparencia. Las empresas que lo hagan estarán mejor preparadas para adaptarse y aprovechar oportunidades, minimizando pérdidas y costes por incumplimiento.
Evaluación de riesgos climáticos paso a paso
La evaluación de riesgos climáticos no es una cuestión que deban plantearse solo grandes corporaciones o empresas de sectores con mayor afección al medio ambiente. Pequeñas y medianas empresas, proveedores y eslabones de las cadenas de suministro también obtienen ventajas en forma de mayor competitividad.
El proceso básico para realizar una evaluación de riesgos climáticos pasa por varias fases:
1. Mapear el contexto de la organización y definir el alcance de la evaluación
El contexto interno y externo de la organización es uno de los pilares de la evaluación de riesgos climáticos. En primer lugar, es necesario examinar al detalle algunos aspectos:
- Análisis geográfico: localización de instalaciones, vulnerabilidad del territorio o infraestructuras críticas.
- Cadena de valor: sus eslabones pueden tener una exposición significativa, por ejemplo, proveedores o logística.
- Regulación aplicable: normativas nacionales, la Taxonomía de la UE, requisitos sectoriales, obligaciones bajo CSRD, etc.
- Partes interesadas: comunidades, aseguradoras, inversores, municipios, empleados, etc.
Como herramientas y fuentes de datos para esta fase se pueden emplear modelos climáticos regionales, informes sectoriales, datos internos de la organización o estándares de sostenibilidad como los ESRS. Todo ello servirá para definir el alcance de la evaluación de riesgos climáticos.
2. Identificación de riesgos climáticos
Para una evaluación de riesgos climáticos eficiente es necesario identificar:
- Riesgos físicos: eventos naturales actuales o futuros que pueden dañar activos, infraestructuras, personas o ecosistemas. Por ejemplo, inundaciones, olas de calor o sequías prolongadas
- Riesgos de transición: derivados del cambio hacia una economía de cero emisiones. En este apartado entrarían cambios regulatorios, tecnológicos, de mercado, de comportamiento del consumidor y de reputación, entre otros.
La siguiente acción en esta fase es la priorización del riesgo, combinando métodos cualitativos (matrices de riesgo, talleres o sesiones con expertos) y cuantitativos (estimaciones financieras, escenarios climáticos, análisis de escenarios de transición, etc.).
La priorización se debe decidir según la probabilidad y la exposición de cada riesgo; cómo puede afectar al negocio en términos financieros, operativos o reputacionales; la capacidad de adaptación de la empresa o la interdependencia de riesgos. Normas como los ESRS requieren esta priorización para decidir qué riesgos son realmente significativos para los informes ESG.
3. Planificación e implementación de medidas de mitigación
Para esta fase de la evaluación de riesgos climáticos es necesario haber analizado en detalle la capacidad de adaptación de la organización y sus recursos. Lo siguiente es diseñar las estrategias adecuadas según el impacto potencial de los riesgos establecidos:
- Para los riesgos físicos: adaptación (infraestructura resiliente, diseños adaptados, planes de emergencia, mantenimiento reforzado, etc.).
- Para los riesgos de transición: reducción de emisiones, descarbonización, innovación tecnológica, diversificación, políticas internas o participación en iniciativas sectoriales.
Las medidas se deben integrar en la estrategia del negocio. No basta con acciones aisladas: es necesario alinear inversiones de capital, operaciones, cadena de suministro, e investigación para gestionar riesgos y oportunidades relacionadas con el clima. Además, se requiere un monitoreo y revisión continuos para que la evaluación de riesgos climáticos no pierda vigencia.
4. Divulgación y cumplimiento normativo
Es una fase importante porque la normativa es cada vez más exigente y requiere la divulgación de las iniciativas de las organizaciones en materia de sostenibilidad:
- Las Normas Internacionales de Información Financiera, en concreto, IFRS S2 para divulgaciones relacionadas con el clima, se aplican desde 2024 para muchos operadores. Exige mostrar cómo se identifican, evalúan y gestionan los riesgos, así como aspectos de gobernanza y métricas.
- CSRD / ESRS incluyen requisitos específicos para los riesgos físicos bajo el estándar ambiental E1.
- La Taxonomía de la UE se aplica a actividades económicas que cumplen criterios ambientales, incluyendo mitigación del cambio climático.
Los beneficios del cumplimiento y la divulgación de la evaluación de riesgos climáticos son numerosos: acceso a fondos verdes, mejora en la confianza de inversores y clientes, ventaja competitiva, menor riesgo de sanciones y mayor resiliencia organizacional.
Plataforma Tecnológica ESG
La Plataforma Tecnológica ESG es un software que automatiza y facilita cada paso del proceso de evaluación de riesgos climáticos y permite integrar datos internos y externos de forma sistemática. Esa digitalización asegura que la identificación y análisis sean precisos, repetibles, actualizados y evolutivos.
La plataforma, además, mejora la generación de informes según las normas internacionales más relevantes, facilita el acceso y trazabilidad de la información, garantiza transparencia y reduce la carga operativa. El reporte de información sobre sostenibilidad se convierte así en una ventaja que transforma riesgos en oportunidades reales para las organizaciones. Si quieres conocer todas las funcionalidades de la plataforma, solo tienes que contactar con nosotros.
