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Doble Materialidad

Doble materialidad: definición y guía paso a paso

La doble materialidad es la piedra angular del nuevo marco de sostenibilidad corporativa. En un escenario marcado por una transformación normativa sin precedentes, las empresas no solo deben informar de su impacto ambiental o social, sino también de cómo los riesgos derivados del entorno afectan a su viabilidad financiera.

Este enfoque no es una opción. Es una obligación regulatoria impuesta por normas como la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que impulsa la transparencia, la responsabilidad y la resiliencia empresarial a largo plazo.

La doble materialidad no solo permite cumplir con los requisitos normativos e identificar riesgos financieros y no financieros. También ayuda a identificar oportunidades estratégicas, anticiparse a los riesgos emergentes y alinear la sostenibilidad con la estrategia de negocio.

¿Qué es la doble materialidad?

La doble materialidad combina dos perspectivas complementarias que, hasta hace poco, se analizaban por separado:

  • Materialidad de impacto: analiza cómo las actividades de la empresa afectan al medioambiente y a la sociedad, ya sea de forma positiva o negativa.
  • Materialidad financiera: evalúa cómo los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad influyen en los resultados financieros, el valor a largo plazo y la estabilidad económica de la organización.

Tradicionalmente, la evaluación de materialidad se centraba en la dimensión financiera. Sin embargo, el auge de los criterios ESG y la presión normativa han llevado a incluir también la dimensión de impacto como parte fundamental de una gestión empresarial responsable.

Claves de la materialidad de impacto

Esta dimensión de la doble materialidad pone el foco en los efectos que las operaciones de las empresas generan en su entorno. Para una evaluación completa, conviene tener en cuenta aspectos como:

  • Emisiones y cambio climático: cálculo de emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero (GEI) y acciones de mitigación.
  • Derechos humanos y condiciones laborales: medidas frente a la discriminación, trabajo forzoso o inseguridad laboral.
  • Uso de recursos y biodiversidad: impacto en ecosistemas, uso del agua, energía o materias primas.
  • Gestión de residuos y economía circular: estrategias de reutilización, reciclaje o rediseño de productos.
  • Cadena de suministro sostenible: trazabilidad y evaluación de proveedores en términos sociales y ambientales.
  • Diversidad, equidad e inclusión: políticas activas para promover una cultura empresarial inclusiva.
  • Compromiso comunitario: aportaciones al desarrollo económico y social de las comunidades locales.

Una evaluación eficaz en esta dimensión requiere identificar y medir esos impactos desde una perspectiva no financiera, pero alineada con valores como la ética empresarial, el desarrollo sostenible y la justicia social. Este análisis es clave para la transparencia, además de que permite anticiparse a futuras exigencias normativas o expectativas sociales.

Claves de la materialidad financiera

La materialidad financiera permite identificar qué aspectos ESG influyen directamente en la viabilidad económica de la organización. Entre los más destacados están:

  • Cambios regulatorios: como los derivados del Pacto Verde Europeo o la Directiva sobre Debida Diligencia sobre Sostenibilidad Corporativa (CSDDD).
  • Riesgos físicos y de transición climática: fenómenos extremos, escasez de recursos o cambios tecnológicos.
  • Expectativas de inversores y consumidores: preferencia por productos sostenibles, presión reputacional o criterios de inversión responsable.
  • Costes aseguradores y financieros: primas más altas por riesgos climáticos o restricciones al crédito.
  • Innovación y eficiencia: oportunidades de ahorro e innovación derivadas de procesos más sostenibles.

La CSRD como marco normativo de referencia

La Directiva CSRD obliga a muchas empresas europeas (y progresivamente a sus filiales, cadenas de suministro y socios no comunitarios) a integrar la doble materialidad como criterio estructural de su información sobre sostenibilidad.

Se pretende con ello que las organizaciones proporcionen información más completa, fiable y comparable sobre su desempeño ESG. Para ello les exige que:

  • Integren la sostenibilidad en su estrategia empresarial.
  • Consulten a sus grupos de interés de forma sistemática.
  • Apliquen métricas verificables y comparables.
  • Establezcan estructuras de gobernanza claras en torno a la sostenibilidad.

El cumplimiento evita sanciones, pero también contribuye a fortalecer la reputación de la organización, captar inversiones y aumentar la ventaja competitiva.

Cómo realizar una evaluación de doble materialidad paso a paso

Implementar la doble materialidad requiere un proceso estructurado que garantice la calidad, trazabilidad y utilidad de los resultados. Un proceso, además, que combine análisis técnico, participación de grupos de interés y alineación normativa. La hoja de ruta es la siguiente:

1. Comprensión del contexto empresarial

Antes de comenzar, es imprescindible entender el modelo de negocio, el sector de actividad, el marco normativo aplicable y las expectativas sociales. También es importante definir el alcance geográfico, los segmentos de actividad y los actores clave que deben participar o ser tenidos en cuenta durante la evaluación de materialidad.

Esta comprensión proporciona una base sólida para identificar qué aspectos ESG son más relevantes para la empresa y sus partes interesadas.

2. Identificar aspectos fundamentales

Esta etapa para implementar la doble materialidad se centra en detectar los impactos, riesgos y oportunidades vinculados a la sostenibilidad. Para ello, se combinan diferentes fuentes: análisis internos, información cualitativa y cuantitativa, análisis sectoriales, guías de organismos internacionales, estudios científicos y procesos participativos con las partes interesadas.

Es recomendable clasificar los temas identificados en función de su relación con los criterios ESG y distinguir entre aquellos que afectan al entorno (materialidad de impacto) y los que pueden influir en el negocio (materialidad financiera).

Aquí es clave contar con herramientas digitales que automaticen la captura, consolidación y análisis de datos, especialmente cuando se manejan múltiples fuentes o se trabaja en diferentes localizaciones.

3. Evaluación de materialidad

Una vez identificados los aspectos clave, se priorizan. La base son criterios como la gravedad del impacto, su probabilidad, su horizonte temporal y su relevancia para los grupos de interés o para los objetivos estratégicos de la organización.

Para facilitar esta tarea, muchas empresas elaboran matrices de doble entrada que cruzan ambas dimensiones de la materialidad. Esta herramienta ayuda a visualizar qué asuntos deben tener prioridad en los informes, las decisiones y las acciones corporativas. Por supuesto, la utilización de un software ESG también agiliza esta fase y la dota de mayor objetividad y trazabilidad.

4. Informar e integrar los hallazgos

Los temas materiales deben incorporarse en la gobernanza, la gestión de riesgos, la planificación estratégica y la toma de decisiones. Además, deben reflejarse en los informes de sostenibilidad conforme a los ESRS, explicando con transparencia el proceso que se ha seguido, los resultados obtenidos y su vinculación con los objetivos empresariales.

La trazabilidad, la coherencia y la calidad de los datos son elementos críticos en esta fase, especialmente si se busca cumplir con los requerimientos de verificación y comparabilidad establecidos por la CSRD.

Desafíos para aplicar la doble materialidad y cómo superarlos

Entre los principales desafíos a los que se enfrentan las organizaciones en la aplicación de la doble materialidad están los siguientes:

  • Ausencia de fuentes fiables.
  • Falta de recursos técnicos o humanos.
  • Dificultad para involucrar a todos los departamentos.
  • Baja participación de los grupos de interés.
  • Escasa digitalización de procesos ESG.
  • Complejidad normativa y falta de alineación entre marcos de reporte.

La adopción de herramientas digitales y automatizadas reduce estos obstáculos, además de que mejora la eficiencia y precisión del proceso.

Plataforma Tecnológica ESG

La Plataforma Tecnológica ESG se ha diseñado para simplificar la implementación de procesos complejos como la evaluación de doble materialidad. Entre sus funcionalidades destacan la automatización del análisis de datos ESG procedentes de múltiples fuentes, informes compatibles con CSRD y otros marcos internacionales o paneles de control en tiempo real para el seguimiento y mejora continua.

Gracias a su diseño modular, por otra parte, permite soluciones a medida de las características y necesidades de todo tipo de organizaciones. De esta manera, pueden transformar un reto normativo en una ventaja estratégica. Comprueba cómo puede beneficiar a la tuya, solicita más información a nuestros asesores.

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