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Normativas ESG

Todas las normativas ESG y de información no financiera de 2025 en la UE

Las normativas ESG en todo el planeta se cuentan ya por miles. Es el reflejo del interés que tienen las empresas, los reguladores, los estados, los consumidores, los inversionistas y la sociedad en general en la implementación de criterios ESG en las operaciones de todo tipo de industrias.

Las normativas ESG entran en la lista de verificación de cualquier profesional de cumplimiento corporativo, y lo hacen en posición de privilegio. Es importante resaltar, no obstante, que el camino que sigue en el mundo es el que ha trazado la Unión Europea, que se ha situado a la vanguardia a la hora de impulsar regulaciones y marcos de referencia para la presentación de información no financiera.

La UE es el punto de origen de las normativas ESG más relevantes e innovadoras y 2024 fue un año especialmente pródigo en la publicación de regulaciones y marcos para la presentación de informes de sostenibilidad. Se trata de normativas que en algunos casos entran en vigor en 2025.

Las organizaciones necesitan una hoja de ruta para garantizar el cumplimiento, en el caso de las normativas ESG que son de carácter obligatorio, y de las voluntarias que por alguna razón representen un interés estratégico para las empresas.

Normativas ESG que deben conocer las organizaciones en la Unión Europea en 2025

Solo microempresas y PYMEs que no cotizan en Bolsa quedan fuera de la obligación de presentar informes de sostenibilidad, de acuerdo con alguna de las normativas ESG que entran en pleno vigor en 2025. Las seis más relevantes, las que marcan un hito en las prácticas de sostenibilidad y de presentación de información no financiera, en la Unión Europea son:

1. Reglamento sobre la Divulgación de Información sobre Finanzas Sostenibles (SFDR)

El reglamento afecta solo a los proveedores de servicios financieros y los propietarios o gestores de productos financieros. Su propósito es entregar información transparente y confiable a los inversores para que puedan tomar decisiones informadas que les permitan canalizar los recursos hacia proyectos sostenibles, evitando que el dinero llegue a empresas que incurren en el llamado “greenwashing” o lavado verde.

2. Directiva sobre la Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD)

Los puntos de referencia más relevantes de la Directiva CSRD son tres: establece la presentación de informes ESG como obligación de cumplimiento, amplía el alcance hasta las PYMEs abordando un poco más de 50.000 empresas en la UE e incorpora la verificación externa como requisito. El propósito es mejorar la transparencia y garantizar la comparabilidad y la trazabilidad.

3. Directiva de Debida Diligencia en Materia de Sostenibilidad Corporativa (CSDDD)

La Directiva de Debida Diligencia en Materia de Sostenibilidad Corporativa (CSDDD) solicita a las empresas recopilar datos e información cuantitativa y cualitativa, así como practicar evaluaciones periódicas sobre sus operaciones y sobre las de su cadena de suministro, filiales o sucursales. CSDDD no obliga directamente a las PYMEs, pero estas podrían ser responsables en la medida en que formen parte de la cadena de valor de una empresa mayor.

4. Mecanismo de Ajuste en Frontera del Carbono (CBAM)

El objetivo que persigue es aplicar un precio al carbono de los bienes importados que llegan a la Unión Europea para igualarlos con los precios de carbono de los productos fabricados en la UE. Se busca así evitar la fuga de carbono y promover una actividad industrial limpia en países desde los cuales se importan productos a la UE. El impacto más alto del mecanismo está sobre productos como el cemento, los fertilizantes, el acero, el aluminio y la electricidad.

5. Taxonomía de la UE

Incluye un sistema de clasificación de actividades económicas que son consideradas sostenibles evaluando solo los criterios ambientales. El Reglamento de Taxonomía de la UE, ayuda a los inversores a tomar decisiones que se alinean con los objetivos del Pacto Verde de la Unión Europea.

6. Paquete Fit for 55

También conocido como Objetivo 55, está conformado por un conjunto de medidas legislativas creadas para cumplir con los objetivos de 2030, que establecen la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 55 %. Se enfoca en sectores como transporte, construcción, agricultura y generación de residuos.

Normativas ESG más relevantes para las empresas europeas en 2025

Entre las normativas ESG mencionadas, dos destacan por el impacto masivo sobre un alto número de organizaciones y por las innovaciones que aparecen en sus solicitudes, entre ellas, la información de sostenibilidad como obligación de cumplimiento, el alcance sobre la cadena de valor y la verificación por parte de terceros:

1. Directiva sobre la Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD)

La Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa se publicó en diciembre de 2022 y entró en vigor en enero de 2023. Sin embargo, las primeras organizaciones obligadas a presentar informes de sostenibilidad lo hicieron en 2024, con base en la información del año 2023.

El objetivo inicial fue ampliar la base de empresas obligadas a presentar informes de sostenibilidad. Ese objetivo se logra al disminuir el umbral de número de empleados a 250, el de facturación a 50 millones de euros y el de valor de activos o patrimonio bruto a 25 millones de euros.

Con estos umbrales, se espera que al finalizar el calendario y plazos de obligaciones de cumplimiento en 2028, un poco más de 50.000 organizaciones estén divulgando sobre sus aspectos de sostenibilidad. Esta cifra representa un incremento importante en comparación con la cobertura que entregaba la regulación antecesora, la NFRD.

En cuanto a los requisitos sobre divulgaciones, CSRD solicita información sobre el desempeño en los tres ejes: medio ambiente, social y gobernanza. A ello se suma información sobre la forma cómo la empresa identifica y trata los riesgos y las oportunidades.

Para finalizar, entre las normativas ESG, es evidente que la Directiva CSRD es la que mayor capacidad de integración tiene con otras regulaciones como SFRD y la Taxonomía de la Unión Europea, entre otras.

2. Directiva de Debida Diligencia Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSDDD)

CSDDD es la segunda de las normativas ESG de mayor relevancia para las empresas europeas. La Directiva tiene en apariencia un alcance menor que CSRD, ya que los umbrales son mucho más altos. Sin embargo, la gran novedad en esta regulación está en el alcance sobre la cadena de valor, lo que podría incrementar de forma exponencial el número de empresas sobre las que se aplicaría debida diligencia corporativa.

Inicialmente, estarán obligadas al cumplimiento directo de CSDDD las organizaciones con facturación anual superior a 1.500 millones de euros y más de 5.000 empleados. El segundo grupo lo integran las empresas que pasen de 900 millones de facturación y 3.000 empleados. Y finaliza el cronograma de obligaciones con las empresas que tienen más de 1.000 empleados y más de 450 millones de facturación anual.

CSDDD solicita a las organizaciones obligadas aplicar debida diligencia exhaustiva sobre sus operaciones y sobre las de su cadena de valor para identificar, mitigar, eliminar o prevenir amenazas sobre el ambiente, las personas o la gobernanza. En la cadena de valor se incluyen las relaciones comerciales directas, por lo que las empresas necesitarán desarrollar estrategias efectivas de debida diligencia que se alineen con sus objetivos comerciales.

Por supuesto, para mantener el cumplimiento con esta u otras normativas ESG será preciso innovar, reforzar la estructura tecnológica y afinar los procesos para recopilar, procesar y tratar información, datos y registros y, finalmente, generar informes útiles para la producción de los informes de sostenibilidad.

Plataforma Tecnológica ESG

La Plataforma Tecnológica ESG es un desarrollo diseñado para ayudar a resolver, por medio de la automatización, los desafíos que enfrentarán las organizaciones que necesitan cumplir con alguna o varias de las normativas ESG. Para ello, incorpora aplicaciones que trabajan conectadas entre sí en un ciclo de mejora continua.

Esta avanzada herramienta tecnológica se convierte, de esta forma, en un instrumento eficaz en la automatización de la gestión ESG, por lo que sus beneficios van más allá de la presentación de informes de sostenibilidad. Nuestros asesores pueden ampliarte la información sin compromiso, solo tienes que contactar aquí.

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